
En poco menos de dos siglos el protestantismo latinoamericano ha aglutinado a millones de integrantes. Ha pasado de una creencia advenediza y vista como extranjerizante a convertirse en una expresión bien consolidada, autóctona y específica, de las múltiples formas del ser latinoamericano ahora que la presencia de la fe evangélica en Latinoamérica está cerca de cumplir dos centurias en nuestras tierras.